En el barrio porteño de Almagro, se inauguró el Complejo Teatral Ítaca.
Este nuevo espacio teatral que se inauguró en Almagro, pertenece al actor Ernesto Falcke.
El actor, compró una casa en 2019, para transformarla en este nuevo Complejo Teatral Ítaca, donde le instaló dos salas y tiene unos 500 metros cuadrados en total.
Falcke transformó aquella casa tipo chorizo en un espacio teatral, donde se puede ver un hall de entrada, que incluye un bar con sus mesas. Una de sus salas la llamó Harold Pinter, que tiene unas 50 butacas, que fueron recuperadas de un viejo cine de barrio de Villa del Parque.
En tanto, en el sótano dejó un espacio para guardar escenografías, o puede ser usado para una propuesta de corte experimental, o para la proyección de películas.
Además, en el primer piso, el actor instaló la sala Raúl Serrano, con capacidad máxima de 120 butacas montadas sobre gradas retráctiles para darle mayor capacidad de uso y un espacio escénico de unos 6 metros de ancho por unos 7 de profundidad.
El dueño del teatro, en diálogo con La Nación, contó que en plena construcción lo sorprendió la pandemia. “Nos agarró en plena construcción. El espacio estuvo cerrado por casos de Covid. En definitiva, nos pasó lo que le pasó al país, pero hubo que sostener el proyecto. Todo, lógicamente, se postergó. Pero estamos llegando al final”, remarcó el actor.
En año pasado, en plena pandemia y confinamiento, el actor cuenta que leyó “La Odisea”, que es uno de los primeros textos de la épica grecolatina. “Ahí apareció la imagen de Ítaca como destino” dice Ernesto y agrega que “Por otra parte, una poesía de Konstantino Kavafis dice algo así como que a pesar de las dificultades que uno tenga en el camino lo valioso es que uno no haga crecer lo malo, sino que lo tome como aprendizaje de la vida”.
Asimismo, el dueño del nuevo espacio teatral, resalta que en la pandemia, su manera de resistir “fue hacer lo que no podía hacer y aprovechar el tiempo en las cosas que antes no podía dedicarme por estar metido en la rutina”.
“El teatro porteño es de mucha calidad artística, pero hay que encontrar la manera de hacerlo sostenible. Es el desafío que se nos viene. Que la calidad estética y artística se pueda sostener en el tiempo desde la propia estructura”, propone Ernesto Falcke.
