El presidente de la Nación, Alberto Fernández, les habló a los argentinos desde la Casa Rosada. En conmemoración de los 212 años de la gesta de mayo. Después, caminó hacia la Catedral para asistir al Tedeum.
Es la primera vez que puede participar de esta ceremonia, desde que asumió su mandato en 2019 En el 2020 y 2021, la pandemia en su apogeo, no le permitió esa posibilidad. Las primeras palabras pronunciadas se referían a la unidad: “Hay que tener más unidad que nunca porque es un tiempo muy difícil en el mundo, que después de la pandemia que tanto dolor nos trajo, ahora nos somete a una guerra cruenta que nadie hubiese querido“.
También, dejó un mensaje sobre la necesidad de la humanidad de lograr la paz: “Tenemos que seguir trabajando por la paz y a donde vaya voy a pedir por la paz, porque es un tiempo de reencuentro y donde no nos podemos dar el permiso de someter a la humanidad a más daño y más dificultades”. En ese sentido se compromete a repetir la consigna frente a los encuentros a nivel internacional, que le toque participar: “A donde voy lo diré. Lo digo en el G20, lo diré eventualmente en la Cumbre de las Américas y lo diré en el G7 a donde me invitaron”.
Respecto al G7, la Cancillería difundió la información sobre la invitación a nuestro país, para participar como invitado en ese encuentro, entre los siete países más desarrollados. Así lo describe el comunicado emitido por Santiago Cafiero: “Argentina será el único país de América Latina en participar de la próxima cumbre del G7 prevista para fines de junio en Alemania”. Esa cumbre se realizará a partir del 27 de junio en Baviera, Alemania. También fueron invitados India, Indonesia, Sudáfrica y Senegal.
Esta invitación surgió durante los encuentros que tuvo Fernández con el canciller alemán Olaf Scholz, quién así se refirió a nuestro país: “Como país socio del G7 durante la presidencia de Alemania, para poder discutir con jefes de estado y de gobierno seleccionados y líderes de organizaciones internacionales qué pasos específicos podemos tomar para fortalecer la cooperación multilateral”. Lo cual no deja de resultar un importante reconocimiento.
Alberto Fernández, volvió a insistir sobre el objetivo de la unidad: “La unidad depende de nosotros. Lo que más necesitamos, en este mundo tan convulsionado y muy dañado, donde la humanidad corre el riesgo de sufrir grandes hambrunas, es unir esfuerzos”. Incluyó en el mensaje a la dirigencia política de los espacios oficialista y opositores: “Hay que unir esfuerzos. No quiero que piensen como yo, solo que sepan que primero está la gente“. Lo cual coincide con los objetivos a los que nos adherimos la mayoría de los argentinos. No hay otra salida para esta situación de emergencia, que se alcancen los consensos y se dejen de lado los interesa partidarios.
Sería interesante que se convoque a todos a trabajar juntos para encontrar el rumbo del crecimiento y la estabilización. Mediante un mensaje de Twitter, reforzó el concepto con esta frase: “Pasaron 212 años del 25 De Mayo de 1810. Aunque parezca lejano, el esfuerzo de cada argentina y cada argentino hace que esté mucho más cerca. Celebrémoslo con el orgullo de saber que la patria está más viva que nunca. Puede parecer algo muy lejano, pero está mucho más cerca de lo que pensamos”.
Después, se trasladó caminando hacia la Catedral donde se celebraba la tradicional ceremonia del tedeum. Lo acompañaron, el canciller Santiago Cafiero, el ministro del Interior, Wado De Pedro, el jefe de gabinete, Juan Manzur y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Una vez ingresado en la Catedral de Buenos Aires, a eso de las 11 horas, como estaba previsto, se sentó en el púlpito, en el sillón previsto para los jefes de Estado que participen del mismo. Es una homilía que se realiza desde 1816, donde la iglesia católica, bendice al país en ocasión de estas fechas patrias.
Desde allí, escuchó atentamente las palabras del Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina. Quien se expresó en los siguientes términos: “A todos los argentinos que hoy sienten arder su corazón en la tierra del pan donde falta el pan a tantas familias” y llamó a la reflexión para dejar de lado: “las tensiones y enfrentamientos y apostar al diálogo”.
Pronunció un fuerte llamado a los argentinos para consolidar: La amistad social, a la solidaridad y la fraternidad humana, es necesario pensar en el prójimo. Cuando en las familias falta pan, salud, educación y justicia. Hay un mañana esperanzador si no renunciamos a los auténticos valores que vienen del pasado”.
Después insistió en abordar el tema de la democracia y la fraternidad: “La democracia, que nos sostiene como cuerpo social organizado en instituciones, da lugar a la fraternidad, pero además requiere de la ética, la bondad y la solidaridad, la honestidad, el diálogo siempre beneficioso para el acuerdo y el compromiso por el bien común de todos. Sin estos valores que dan fundamento a la vida social, surge el enfrentamiento de unos con otros para preservar sus propios intereses”. Terminó con la frase, repetida para enfatizarla: ¡Viva la Patria! ¡Viva la Patria!
Por Francisco Grillo
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