Los vecinos del Parque de Agronomía proponen un plan de manejo conjunto con las autoridades de la Universidad para el uso público del predio, para evitar las restricciones que impulsó la UBA durante la pandemia.
La idea surge debido a que el Parque de la Agronomía estuvo un año y medio cerrado, y luego la Universidad de Buenos Aires decidió reabrirlo un sábado a fines de agosto, luego de la presión ejercida por vecinos.
El barrio de Agronomía recuperó su parque, gracias a la pelea que dieron los vecinos y cooperativistas que utilizan el predio para trabajar, aunque solo se abre los fines de semana y en cada vez menos espacios. La disposición la realiza la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), quien administra el predio que la rodea, con entrada por la avenida San Martín 4453 y, del otro lado, por la avenida de los Constituyentes 3474. Como todos los establecimientos públicos, tuvo el cierre al principio de la cuarentena, debido al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio dictaminado por las autoridades nacionales, sin embargo, siguió incluso cuando el resto de los espacios públicos al aire libre ya se habían habilitado.
Por su parte, Analía Morini, vecina del parque, comentó: “Sufrí mucho la ausencia de la Agronomía en la pandemia. Es casi indispensable para la salud de muchos barrios: nos da felicidad, descanso, armonía. Por eso creo que les vecines necesitamos ser parte y cuidarlo”.
Recordemos que, si bien las instalaciones del parque reabrieron, solo admite el ingreso de público los sábados y domingos de 7 a 20.30 horas.
El reclamo de los vecinos del barrio es poder ingresar a la FAUBA durante la semana y en más sectores, por ejemplo, para acortar camino o disfrutar del parque más tiempo y sin riesgo de aglomeraciones. Sin embargo, las autoridades de la facultad no tienen planeado realizar ningún cambio de días, horarios ni apertura de sectores. Por el contrario, ordenaron colocar portones para evitar la circulación por dos caminos paralelos a las vías del ferrocarril Urquiza, que atraviesa todo el parque de este a oeste. Uno es el de la calle Granados, que desemboca en Gutenberg, y el otro es el de Las Tipas, que lleva casi hasta la estación Arata.
Este predio supo ser el Parque Central de Buenos Aires, un espacio verde incluido en los Planos Maestros de la Ciudad en 1887 y formalizado en 1890 por el primer intendente porteño, Torcuato de Alvear. En 1963, el Gobierno nacional le dio el título de propiedad a la UBA. Sin embargo, el decreto no deja en claro si se incluyó sólo los edificios o también las 60 hectáreas de terreno.
En tanto, la comunera del Frente de Todos, Nancy Bolaño, explicó “más allá de que la universidad sea propietaria del lote, este está catalogado como Urbanización Parque en el Código Urbanístico de la Ciudad, por lo tanto es de uso público”.
A su vez, Martín Garcilazo de Vamos Juntos, quien preside la Junta Comunal 15, argumenta que “el tema excede a los jefes comunales. Entiendo el enojo de los vecinos, pero no podemos intervenir porque desde la UBA no están cometiendo ningún ilícito”. Ambos coinciden en que falta voluntad política para abordar el problema.
Por su parte, desde el gobierno porteño argumentan que carecen de injerencia directa sobre el predio porque es un parque de la UBA, “no nos reciben ni las autoridades de la FAUBA ni las de Veterinaria, que está en el mismo predio. Además de los portones, en los últimos años la entrada de Tinogasta y Zamudio se anuló y se colocaron más alambrados”, subraya a Vínculos Vecinales Rodrigo García, miembro de Agronomía Abierta, movimiento vecinal que impulsó la lucha por la reapertura y ahora propone un plan de manejo conjunto del predio.
La agrupación “Agronomía Abierta” aseguran que en ese plan deberían participar todos los actores con niveles de responsabilidad: la UBA, la Comuna 15, Trenes Argentinos y el Gobierno de la Ciudad, tal como fija el Plan Urbano Ambiental (PUA), la ley marco a la que tiene que ajustarse la normativa urbanística y las obras públicas porteñas, y que está en proceso de rediseño.