Más de cincuenta y dos mil muertos, la economía sin rumbo, alta desocupación, sin clases presenciales en las universidades, etc, etc y…como si todo lo mencionado fuera poco, la Argentina no cuenta con las vacunas suficientes para encarar el tan mentado operativo de vacunación más grande de la historia para todos sus habitantes. Además del tristemente célebre “vacunatorio gate”, las dosis son repartidas discrecionalmente.
Al respecto de las pocas vacunas recibidas, el Ministro de Salud Porteño, Fernán Quirós, señaló, que: “El criterio utilizado por Nación no tuvo en cuenta la cantidad de personal de Salud, y el alto índice de mayores de sesenta años que viven en la Ciudad de Buenos Aires…Se tomó la decisión de una distribución de vacunas basada en la población en general cuando la vacuna se aplica a grupos de riesgo, y los grupos de riesgo, no son proporcionados a la población general en todas las jurisdicciones”.
Entre todas las pymes y locales gastronómicos que el Covid-19 se llevó, en las últimas horas se conoció el cierre definitivo de la Heladería “El Vesuvio”, fundada en 1902 por Alfonso Cositore y esposa, a pasos del Obelisco, sobre la Avenida Corrientes al 1181.
Un espacio elegante, con estilo, sus paredes internas estaban recubiertas en roble tallado de manera artesanal, completaban la escenografía dos vitrales auténticos-uno donde podía apreciarse la leyenda “El Antiguo Vesuvio” y el otro, exhibía al potente volcán que inundó de lava a la ciudad italiana de Pompeya-. Una heladería emblemática, que en poco tiempo, luego de la repercusión obtenida por sus deliciosas cremas heladas como la de frutilla por ejemplo, incorporó confitería, donde se destacó especialmente el Chocolate con Churros…
Por sus mesas pasaron: Carlos Gardel, Tita Merello, Juan Manuel Fangio, Alfredo Palacios, Luis Sandrini, Horacio Ferrer, Jorge Luis Borges, Pinky, Julio De Caro, Susana Rinaldi, entre otros.
Fue declarada Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de la CABA, por su aporte a la identidad ciudadana.
El último propietario fue Mariano Marmorato, intentó sumar otras actividades como shows de tango, peñas, pero infelizmente el negocio venía en picada…El fondo de comercio fue a la venta, el valor solicitado, inalcanzable…Hasta que la pandemia terminó con “El Vesuvio”.
Desde la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines, se indicó que la realidad de la Avenida Corrientes a un año del coronavirus está complicada, se podría decir que toda esta zona del micro/macro Centro, se encuentra en emergencia.
El 3 de marzo del año pasado comenzó la pandemia en la República Argentina, y el 7/3 se registró la primera víctima, Guillermo Gómez.
Hasta el momento la cantidad de fallecimientos provocados por esta enfermedad en el país llega a 52.644.
Por Buen Ciudadano
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