A tres meses (el 18 de septiembre de este año, 2021) de la irrupción de un grupo de Crímenes de odio, con un discurso y expresión de odio para discriminar a las personas gay, marcharon enmascaradoas (algunos, otros no) en el Barrio Chueca, en España, al grito de: “Se va a acabar el matrimonio homosexual”, Buenos Aires Inclusiva, único medio argentino en replicar la noticia del Primer Mundo, reflexiona sobre lo sucedido y llama a la toma de conciencia y al estudio de los discursos y crimenes de odio, tal como lo está haciendo la Universidad General de Sarmiento y la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) al brindar una diplomatura que trata estos temas, de manera libre y gratuita para lxs interesadxs en su deconstrucción y en aportar diversidad a nuestra sociedad.
Fue un
grupo homofóbico, de varones cis y heterosexuales, conformado con unos 200
intolerantes que recorrieron el centro de Madrid al grito de “fuera maricas de
nuestros barrios” hasta llegar al centro de la provacion ingresando al barrio
gay Chueca. Lo insólito es que hay un detenido, que fue llevado preso por
agredir a un manifestante, defendiendo los derechos de los homosexuales.
El pretexto fue la agenda de España 2030- 2050, claramente contra los Derechos Humanos basados en prejuicios con un mensaje de intolerancia.
Si bien
el odio es un sentimiento humano, la direccionalidad del mismo (en este y en la
mayoría de los casos) atentan contra el respeto y el desarrollo personal
pasando por encima de los derechos humanos. Este grupo anti-homosexual derrama
su odio hacia las personas homosexuales de forma genérica, basada en su
intolerancia. Probablemente, este grupo de sienta amenazado por el avance de
los derechos LGBT, dado que su masculinidad hegemónica (como machos
cavernícolas) se encuentra interpelada por las nuevas masculinidades; pero esta
especulación teórica no tiene la intención de aplacar el derroche de odio,
malestar y miedo que esta comunidad quiere sembrar en el barrio de Chueca con
un mensaje siniestro para toda la comunidad.
El
sentimiento emocional de estos agresores es de una creencia de superioridad
sobre la población LGBT que está al borde de cometer un delito, si es que
consideramos a la expresión del odio como una modalidad, una parte fundante e
intrínseca de los crímenes de odio. Estos discursos intentan legitimar la
violencia que incentivan y ejecutan a personas o grupos de personas de la
comunidad LGBT.
La marcha
fue escoltada por varios grupos de antidisturbios con furgones de la Policía
Nacional, que acompañaron hasta Sol a los manifestantes. La concentración
provocó la inmediata reacción de algunos políticos, como el líder de Más
País, Íñigo Errejón. “Estos descerebrados solo son la punta de lanza de la ola
reaccionaria. Algunos señalan a los más vulnerables mientras otros juegan a la
equidistancia”, escribió el diputado en su cuenta de Twitter.
Ciudadanos también se ha porunciado, en la misma red social, la
palabra “lamentable”, acompañada de “el episodio de señalamiento contra el
colectivo LGTBI” en Chueca y ha mostrado su “repulsa a este delito de odio”. La
vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha defendido: “No podemos permitir
que [este odio] cale en la ciudad, Madrid es una ciudad libre, no solo porque
tenga impuestos bajos, Madrid es sobre todo una ciudad libre porque aquí uno se
puede dar la mano con quien quiere, besar con quien quiera y casar con quien
quiere”. Aunque la vicealcaldesa ha afirmado que hay que averiguar “muchas
cosas” sobre la manifestación, ha asegurado que cuando tenga la información el
consistorio valorará llevar a cabo acciones legales.
Los discursos de odios, basados en la creencia de superioridad sobre
otros grupos a los que consideran inferiores, y a través de la palabra como
herramienta, intentan justificar la violencia que sienten hacia grupos de
personas o comunidades a las que discriminan. Intentan, y la más de las veces
lo logran, denigrar a las personas como una forma de crimen de odio, no vista
como tal -todavía- por la mayoría de las personas.
Por su parte, Izquierda Unida ha mostrado su preocupación por lo que
considera una escalada de los delitos de odio y ha pedido la renuncia de la
delegada del Gobierno, Mercedes González, por permitir manifestaciones “neonazis
y homófobas”. La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre,
ha acusado al PP de “negar que los discursos del odio existen” y ha criticado a
la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por negar que haya homofobia. “Hace
pocos días, esta misma semana, la presidenta decía que no hay homofobia y que
Madrid es una ciudad segura y una comunidad segura”, ha apuntado Maestre, quien
cree que “un conjunto notable de individuos desafía esas declaraciones”.
El diputado socialista en la Asamblea Santiago Rivero ha dicho que lo
ocurrido el sábado en Chueca es “intolerable” y ha subrayado que “nadie
amparándose en el derecho a la manifestación puede atacar otros derechos
constitucionales como pueden ser el de la libre determinación de la persona o
el derecho a la dignidad”. “Ayuso decía que Madrid es una comunidad libre
de lgbtbifobia y no es cierto porque seguimos viendo como hay
una minoría social que nos sigue considerando inferiores y que nos sigue
insultando y atacando por las calles”, ha sostenido Rivero antes de afirmar que
“el Gobierno va a aplicar con contundencia todo el peso de la ley para acabar
con estos discursos de odio”. La portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea,
Carolina Alonso, ha dicho que es “una vergüenza” que se haya permitido esta
manifestación, que, a su juicio, “desmiente las palabras de la señora Ayuso
cuando en el último Pleno dijo que en Madrid no había discursos de odio y que
esto era una invención de la izquierda para fastidiarla”.
Lo que se va a acabar, y ellos no lo saben, es la masculinidad como
género hegemónico basado en el machismo y el patriarcado como grupo de poder,
con determinadas características resaltándose la de opresores.
En la línea de Ayuso, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha
calificado al grupo de neonazis de “banda de locos y de fanáticos gritando
barbaridades que no representan a ningún español” y ha subrayado que la
manifestación “apesta a cloaca socialista”. En declaraciones a los medios
durante la protesta del Sindicato Solidaridad contra el recibo de la luz,
Abascal ha advertido de que últimamente se ven “cosas muy extrañas”, entre las
que ha destacado “los sobres con balas o montajes como el de Malasaña”.
La
ministra de Igualdad, Irene Montero, de Podemos, aseguró al diario El País que
el Gobierno pondrá en conocimiento de la Fiscalía la manifestación neonazi
celebrada la tarde del sábado en el barrio madrileño de Chueca, punto de
encuentro del colectivo LGTBIQ, cuyas calles recorrieron unas 200 personas
coreando gritos de “fuera maricas de nuestros barrios” y “fuera sidosos de
Madrid”. El PP, Ciudadanos, Más Madrid, PSOE, Podemos e IU han condenado este
domingo las consignas homófobas escuchadas en la protesta, en la que hubo un
detenido por “agresión a otro manifestante”. Vox, por su parte, ha opinado que
la manifestación “apesta a cloaca socialista”.
La Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid autorizó una
manifestación convocada por la Asociación de Vecinos San Blas-Canillejas con el
lema Di no a las Agendas 2030-2050, han señalado fuentes de la
institución, que han precisado que no se autorizó ni una marcha nazi ni una
manifestación homófoba. “Pondremos en conocimiento de Fiscalía el odio lgtbifóbico y
racista de la manifestación nazi en Chueca”, tuiteó Montero, quien en su
mensaje recordó que el Gobierno está tramitando la ley trans y
para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.
La portavoz del Ayuntamiento y delegada de Seguridad y Emergencias,
Inmaculada Sanz (PP), ha tildado de “absolutamente rechazables e inaceptables” las
consignas que se gritaron, ha recordado que la manifestación fue autorizada y
ha informado de que Policía Municipal colaboró con la Nacional y detuvo a una
persona por “agresión a otro manifestante”.
Los cerca de 200 manifestantes recorrieron durante unas dos horas las
calles de Chueca y la Puerta del Sol portando banderas de España y de la
Juventud Nacional, una organización ligada al partido de extrema derecha España
2000, con gritos como los citados contra los homosexuales, o “aquí están los
nacionalistas”.
La marcha estaba convocada en contra de las Agendas 2030/2050 por ser
“un atentado contra la cultura e identidad de los pueblos de España”, según una
imagen de la convocatoria que ha circulado estos días por las redes sociales.
Sin embargo, las proclamas nada tuvieron que ver con dicha cuestión, pues
durante todo el recorrido, que duró dos horas, los manifestantes, que también
encendieron bengalas, ondearon banderas y portaron pancartas con simbología de
extrema derecha, mostraron su repulsa al colectivo LGTBI, a los menores no
acompañados y a los inmigrantes.
Fuente de datos para confeccionar la nota: Diario El País, España