Las exportaciones de carnes crecieron 14,5% y las de frutas frescas un 17% entre enero y mayo de este año en comparación con igual período del anterior, mientras se mantiene en “niveles normales” el abastecimiento interno de alimentos, informó hoy el Gobierno.
De acuerdo con un reporte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), “en el el marco de los innumerables daños que está sufriendo la actividad económica global por Covid-19, la producción de agroalimentos continúa llegando al mercado interno al tiempo que aumentan los envíos al mercado externo”.
Según la información oficial, subieron un 14,5% las exportaciones de carnes bovinas, aviares y productos y subproductos porcinos en los primeros cinco meses del año, con envíos por 334.964 toneladas.
Entre enero y mayo de 2020, los profesionales del Senasa fiscalizaron envíos de 230.148 toneladas de carnes bovinas, un crecimiento del 19,2% más respecto del mismo período de 2019.
Los principales destinos para este producto fueron: China (175.759 toneladas), Chile (13.169), Israel (11.135) y Alemania (7.705).
En tanto, las 88.992 toneladas de carnes aviares certificadas por el Senasa entre enero y mayo significaron un aumento del 1,5% interanual.
Asimismo, se exportaron 13.336 toneladas de productos y subproductos porcinos entre enero y mayo de 2020, lo cual indicó una una mejora del 30% interanual.
Mientras que las carnes ovinas exportadas en los primeros cinco meses de este año sumaron 2.488 toneladas, un 46% más que las las enviadas en 2019.
En cuanto a las frutas, en los primeros cinco meses del año los envíos totalizaron 415.715 toneladas, un 17% más en la comparación interanual.
Los principales destinos para estos productos fueron Rusia, 105.477 toneladas; Brasil, 61.661; Estados Unidos, 48.268 toneladas; Italia, 34.752 toneladas y Paraguay, 28.018 toneladas.
Los principales productos exportados fueron peras, limones, manzanas, naranjas y cerezas.
En este marco, el Senasa recordó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó sobre las posibles consecuencias que la pandemia pueda provocar en la seguridad alimentaria, al afectar el sistema de producción de agroalimentos, las cadenas de suministro alimentario y el comercio mundial, que podría ocasionar “una crisis alimentaria mundial”.
“En la Argentina ese escenario se percibe como lejano, en parte porque ni bien se declaró la cuarentena obligatoria, se adoptaron una serie de acciones preventivas y un temprano protocolo con el fin de garantizar la presencia de su personal técnico inspeccionando los frigoríficos y plantas elaboradoras”, resaltó el organismo, que depende del Ministerio de Agricultura.
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