La gestión eficiente del bosque urbano en las ciudades es una de las vías más rápidas para mejorar nuestro hábitat
El 5 de junio de 2019, día mundial del medio ambiente, es un llamado a afrontar uno de los mayores retos ambientales de nuestro tiempo: la contaminación del aire. Nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado, producto de las actividades humanas (provisión de servicios, producción y consumo de materiales y bienes, transporte)
Entender los diferentes tipos de contaminación y cómo afectan nuestra salud y el medio ambiente, nos ayudará a tomar acciones para mejorar la calidad del aire que nos rodea.
Dentro del Jardín Botánico de la Ciudad “Carlos Thays”, los árboles “secuestran” alrededor de 8000 toneladas de CO2 por año. El dióxido de carbono, gas que aporta al efecto invernadero, es utilizado por los vegetales en el proceso de fotosíntesis. El compuesto es “retirado” de la atmósfera al ser secuestrada por los vegetales, transformado y almacenado en moléculas carbonadas complejas que conforman la madera de las especies leñosas. Su efecto benéfico es múltiple, al retener en el material foliar las partículas producidas por la combustión que contamina el aire.
La gestión eficiente del bosque urbano en las ciudades es una de las vías más rápidas para mejorar nuestro hábitat.