El 31 de mayo de cada año se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, creado por la OMS, para recordad los efectos nocivos del consumo de tabaco.
Debido a que el tabaquismo es la causa principal de muerte prevenible en Argentina, es importante concientizar a la población, conmemorando el Día Mundial Sin Tabaco.
Cabe recordar que 8 millones de personas mueren en el mundo a causa del tabaquismo. Por su parte en nuestro país, el 13% de las personas que mueren al año son causadas por enfermedades relacionadas al consumo de tabaco, lo que representa aproximadamente 44.000 personas.
Desde 1987 que, por decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se celebra hoy, 31 de mayo, el Día Mundial Sin Tabaco con el objetivo de concientizar a la población acerca de los efectos nocivos para la salud que genera el consumo y la exposición al humo del tabaco.
En este sentido, el médico neumonólogo, Daniel Buljubasich, quien es especialista en tabaquismo, ex presidente de la AAMR, considera que “aunque parezca un contrasentido, los pacientes con EPOC tienen serias dificultades para abandonar la adicción”.
Daniel Buljubasich, además asegura que “Podríamos pensar que, con sólo informarles del deterioro que les ocasiona la enfermedad en sus pulmones, y por ende en su calidad de vida, sería suficiente. Claramente no es así, y estos pacientes requieren una atención especial. Hay un importante porcentaje de pacientes con EPOC que continúan fumando. A esas personas les tenemos que decir que deben insistir, que deben buscar ayuda profesional y, con acompañamiento y un tratamiento eficaz, lo podrán conseguir”.
“A mayor número de intentos, mayores posibilidades de éxito. Dejar de fumar es la medida más eficaz para evitar el avance de la enfermedad y, tal vez, este 31 de mayo sea una nueva oportunidad para intentarlo” advierte el neumonólogo.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el consumo de tabaco deteriora la función pulmonar de las personas y es considerado un factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares (infartos, ACV, aneurismas), el cáncer (de pulmón, laringe, faringe, riñón, hígado, vejiga, entre otros), las enfermedades respiratorias (EPOC, bronquitis crónica) y la diabetes.
