Cada 27 de Marzo, se celebra el Día Internacional del Queso, un alimento muy utilizado por los argentinos.
Existen muchas variedades de quesos, para todos los gustos: azul, cremoso, provolone, pategras, muzzarela, y muchos más.
Dentro del marco de la celebración del Día del Queso, es una buena oportunidad para revelar algunos secretos, en relación a la elaboración de las cuatro variedades más elegidas por los consumidores argentinos: cremoso, provolone, muzzarela y pategras,
Ismael Bracco, es licenciado en alimentos de Luz Azul y experto en la fabricación de quesos, y cuenta cómo es la elaboración de las 4 variedades de quesos mencionados, y algunas de las claves para reconocer la calidad.
Uno de los más usados es el queso Cremoso, y que es utilizado en la realización de diversos platos de cocina.
El queso cremoso tiene un alto contenido de crema. Para poder lograr ese nivel de materia grasa en el queso cremoso, se le adiciona un extra de crema a la que trae naturalmente la leche que se utiliza para su elaboración. Es muy utilizado para cocinar y es el más consumido a nivel hogareño por sus múltiples usos en la gastronomía.
El secreto para saber si está en su punto justo: al comprimirlo con el dedo tiene que ser elástico, es decir, volver a su forma natural y no quedarse deformado.
Pategras, el queso de cáscara colorada, es un queso semiduro, se conoce con varios nombres, como “queso Mar del Plata” o “queso de cáscara roja”.
Este tipo de quesos, es el que tiene lo que se llaman “ojos”, y se forman durante su elaboración, ya que se le agregan bacterias propiónicas que son las responsables, durante la maduración, de formar esas tabernas de aire que se ven dentro del queso.
En tanto, el queso Provolone, es un queso duro de masa quebradiza, muy sabroso, poseedor de un exquisito aroma.
El provolone es un queso de baja humedad que se usa para rallar, para condimentar y tiene muchos otros usos gastronómicos. Su forma particular hace que durante la maduración adquiera esas notas picantes, lindas, interesantes que atraen tanto y gustan tanto.
El protagonista de una buena pizza es el queso Muzzarella. El secreto para reconocer una muzzarella de buena calidad, se da cuando la usamos en la cocina, ya que debe fundirse y cubrir toda la superficie de la pizza o del producto sobre la cual la estamos derritiendo.
Su sabor debe ser fresco y suave, no tiene que ser muy intenso, porque, precisamente, la característica de la muzzarella es que debe ser un queso de sabor suave.
