El 20 de julio amaneció amistoso, a pesar de ser lunes. Los celulares al rojo con mensajes de ida y vuelta, los wasap, twiters y correos electrónicos fueron vehículos cibernéticos para tarjetas virtuales con inspirados deseos.
No puede ser menos en una sociedad que hace un culto de la amistad.
No en vano fue un argentino, el Dr. Enrique Febbraro, quien logró instituir el Día del Amigo, no solo en nuestro país, sino en más de cien países en el mundo.
Es que a los amigos, como se dice, se los elige… a la familia no.
El 20 de julio es el día instituido para renovar los votos con nuestros amigos. Este año será de forma virtual, cámaritas y zoom de por medio o a través de un llamado telefónico.
Amigos que nos acompañaron en las travesuras de chicos, en los bailes de adolescentes y en las remembranzas de nuestros otoños.
Amigos que se alegraron con nuestros logros, que se separaron con los noviazgos, que hicieron de “oreja” para nuestros problemas, que supieron tirarnos un consejo, que la vida los alejó físicamente (pero siempre estuvieron con nosotros); en fin, amigos.
El 20 de julio amaneció amistoso y para la caída de la tarde… ¡qué bueno hubiera sido compartir un café, una charla, un encuentro…! Quedará pendiente para cuando el aislamiento lo permita.
También en soledad, muchos recuerdan al amigo que no está, el que se fue a otras tierras, y a veces más allá.
Así, sin café ni bullicio, con pantalla mediante, muchos amigos se volvieron a encontrar, volvieron a vivir los momentos más alegres y más tristes.
¡Feliz día, para todos aquellos que se sienten nuestros amigos! Para todos aquellos que comparten esta pasión por nuestro querido Caballito, para todos los que siguen las charlas sábado a sábado, para los que aguardan mes a mes la salida de la Revista Horizonte, para quienes comparten esta pasión caballitense. ¡Feliz Día del Amigo!
